22 de noviembre de 2007

CULTURA ZENU

ZENÚ


Orígenes y asentamientos
Alrededor de 2.000 años atrás, las Llanuras del Caribe colombiano se encontraban habitadas por numerosas poblaciones zenúes que compartían la manera de relacionarse con el medio ambiente y los mismos conceptos sobre la vida y la muerte. Construyeron un extenso sistema hidráulico que, durante más de trece siglos, sirvió para drenar las aguas de inundación. En el siglo XVI todavía levantaban túmulos funerarios y elaboraban adornos de orfebrería y objetos de cerámica igual que sus ancestros, hechos que atestiguan una larga tradición cultural. En épocas cercanas a la conquista española, los zenúes, dispersos por las sabanas no inundables, compartían su forma de pensar con los vecinos del río Magdalena y de la Serranía de San Jacinto.
El territorio del Gran Zenú comprendía desde el valle del río Sinú hasta el bajo río Cauca. Agricultores, pescadores, comerciantes, orfebres y tejedores estaban organizados en pueblos dirigidos por señores locales que pagaban tributo a los caciques regionales como el Finzenú, quien gobernaba en el río Sinú; el Panzenú, líder de las llanuras inundables del río San Jorge, y el mítico cacique Zenufana, en el bajo río Cauca, donde se encontraban yacimientos de oro. Cada uno de ellos tenía funciones políticas, religiosas y económicas complementarias.
Líderes regionales que gozaban de prestigio y poder sagrado organizaban y convocaban a la comunidad para el mantenimiento del sistema hidráulico y para la realización de ceremonias donde se reafirmaba la identidad cultural de la población. En estas ocasiones la gente de cada región se distinguía por el uso de adornos particulares. Los señores de la región de Ayapel usaban grandes pectorales mamiformes martillados, adornados con figuras zoomorfas.
Poblaciones asentadas en las sabanas que separan los valles del Sinú y del San Jorge, como la actual Planeta Rica, controlaban el intercambio. Sus gobernantes se caracterizaban por el uso de adornos de buen oro recargados de placas colgantes que emitían destellos de luz.
Durante siglos, los orfebres del río San Jorge y del bajo Cauca produjeron masivamente piezas como las orejeras de filigrana y adornos martillados en oro fino. Esta tradición metalúrgica se mantuvo aún después de la conquista española.
Al arribo de los españoles, en el siglo XVI, el territorio zenú estaba dividido en tres provincias: Finzenú, en el valle del Sinú y las sabanas, era centro ceremonial, funerario y de producción de manufacturas; Panzenú en el valle del San Jorge, era zona de explotación agrícola, pesquera y de elaboración de manufacturas; y Zenufana, valles del Bajo Cauca y Nechí, era sede del poder gubernamental y de centros de producción aurífera.
En la actualidad subsisten en Córdoba dos comunidades indígenas bien diferenciadas: los zenúes del resguardo de San Andrés de Sotavento y los embera del Alto Sinú y Alto San Jorge.
Otras actividades productivas
En la ganadería se dan las explotaciones extensivas para la cría, levante y engorde de los hatos de ganado para carne, y en mínima proporción para leche o doble propósito.
El sistema más generalizado de transporte y carga son los burros. El caballo también es básico en las labores de vaquería, transporte y movilización de pasajeros y carga. En la época prehispánica los zenúes cultivaron el maíz, la yuca, la auyama, los fríjoles y los ñames criollos de gran valor nutritivo; y explotaron la rica variedad de palmas, gramíneas y bejucos para artesanías y construcción de viviendas. Actualmente cultivan empleando sistemas tradicionales, rudimentarios, herencia de los abuelos aborígenes.
La producción es baja en frutos, de poco rendimiento y se destina al consumo familiar.
La concentración de la tierra en pocos terratenientes, a partir de la usurpación y el despojo, ha sido un factor limitante para las actividades agrícolas.
Cultura material y artesanía
La mayoría de familias indígenas tejen la trenza del sombrero vueltiao, en algunas veredas se dedican a la cestería en bejuco, iraca, enea y junco para producir balayes, chocóes, diversos canastos, abanicos, floreros, maletas, hamacas de cepa de plátano y esteras, entre otros.
En el pasado aborigen la cerámica fue una de las técnicas más avanzadas en la cultura Zenú. Esa tradición aun subsiste, en el Bajo Sinú y las sabanas: San Sebastián de Urabá y San Nicolás de Bari en Lorica; Arache y Sitio Viejo en Chimá Flecha Sevilla en Chinú Momil y Ciénaga de Oro.
Momil se caracteriza por las réplicas precolombinas tanto en cerámica como talladas en madera, piedra y hueso.
Vestuario y atuendos
El vestuario está adaptado a las exigencias climáticas y de trabajo. Hasta mediados del presente siglo los abuelos zeníes usaban parumas, franelas amansaloco, abarcas tres punta y sombrero vueltiao. Las mujeres se ataviaban con una falda ancha, un poco abajo de la rodilla, y blusa suelta de manga corta y cuello escotado. Calzaban babuchas de pana. Hoy, el hombre usa pantalón de dril, camisa manga larga y franela de hilo, abarcas y sombrero vueltiao.
La mujer, trajes de vivos colores a la altura de la rodilla, con mangas a medio brazo, ajustados al talle; en las jóvenes con sugestivos escotes; zapatos comunes de tacón bajo. Los niños andan en pantalonetas, descalzos y sin camisa.
Organización familiar y social
La organización social se basa en la familia extensa, que gira alrededor de la casa paterna.
La unión matrimonial se concreta cuando el novio define con los suegros los términos del “arreglo” o pago de dinero, cuyo monto simboliza el estatus de la novia e implica el reconocimiento y aprobación social del matrimonio.
La poligamia es frecuente. Están prohibidos los matrimonios entre familiares cercanos. El ideal es casarse con una pareja de otro caserío y de otro grupo.
Religiosidad
Las expresiones mágico-religiosas de los actuales zeníes son fruto de un largo proceso de sincretismo entre las creencias y prácticas de la religiosidad indígena precolombina y las manifestaciones y ritos de la religión católica.
La mayoría de las festividades coinciden con las épocas propicias para la preparación, siembra y cosecha de cultivos y en la temporada de estío.
En los festejos religiosos se mezclan ritos y santoral católico con la santería popular.
Los santos católicos más venerados son: san Andrés, santa Lucía, santa Catalina, santa Rosa de Lima, La virgen del Carmen, san José, el Niño Jesús y Todos los santos.
Los santos de creación indígena de mayor fervor son: san Simón de Ayuda, relacionado con la cosecha del maíz santo Domingo Vidal y san Antonio, que fueron santificados porque sus cadáveres se momificaron y por los innumerables milagros que han hecho a sus creyentes.
Y un sin numero de santos que se han formado de piedras encontradas en la vera de los caminos o en los campos de cultivo, como san Quema’o, la virgen de la Piedra, santa Rosa de Piedra, san Andrés y san Andresito.
Martillado y repujado
Los orfebres del Zenú elaboraron por martillado numerosas piezas en oro de alta ley. Tejuelos metálicos, obtenidos al refinar los metales, eran martillados sobre yunques de piedra hasta conseguir láminas del largo y grosor deseado. Al martillar el metal, éste tiende a fracturarse y endurecerse; para recobrar la ductilidad los orfebres calentaban las láminas al rojo vivo y luego las enfriaban para seguirlas martillando.
Los diseños repujados se lograban con cinceles y punzones trabajando sobre ambos lados mientras apoyaban la pieza sobre superficies blandas pero resistentes.
La transformación de la cera en metal
La técnica de la fundición a la cera perdida fue usada para hacer miles de orejeras de filigrana y reproducir formas de gran realismo en tres dimensiones.
Para hacer figuras huecas el diseño se tallaba primero en una matriz de arcilla y carbón molido. Este modelo era recubierto con cera de abejas y rematado con un embudo del mismo material que luego serviría para verter el metal. Para las piezas macizas la figura se modelaba directamente sobre la cera. La figura en carbón y cera se recubría con sucesivas capas de arcilla que formaban un molde. Una vez seco, se lo calentaba para extraer la cera derretida y en el espacio vacío introducir el metal líquido. Cuando el molde estaba frío se rompía, se cortaban los conductos de fundición y se pulía la pieza.
El tejido del oro, el agua y la tierra
La gente del Zenú vivía sobre una red de ríos y ciénagas entrelazados con canales artificiales que drenaban las aguas de inundación. Su universo se imaginaba como un tejido sobre el que reposaban los seres vivos, similar a la trama metálica de miles de orejeras que soportan representaciones de hombres y animales. La técnica distintiva de manufactura y decoración de la orfebrería Zenú fue la filigrana fundida, que simulaba un tejido metálico.

PRODUCCIÓN PRECOLOMBINA Y MICROFUNDICIÓ DE JOYAS

NOMBRE DEL PROYECTO:PRODUCCIÓN PRECOLOMBINA Y MICROFUNDICIÓ DE JOYAS
NOMBRE DEL GRUPO: TUMBAGA
NOMBRE DEL INSTRUCTOR: Pedro amaya pamaya@misena.edu.co
HORARIO:7:00 am a 12:00 am
JORNADA: Mañana
INTEGRANTES:
Francy Alarcon falarcon@misena.edu.co
Viviana Alvarez vaalvarez@misena.edu.co
Mayra Contento mayrac@misena.edu.co
Damaris Duran damarisd@misena.edu.co
Francisco Gonzalez franciscog@misena.edu.co
Sandra Londoño milenal@misena.edu.co
Yeny Montoya yeny.montoya@misena.edu.co
Karen Quimbayo kquimbayo@misena.edu.co
Bibiana Rodriguez bibianar@misena.edu.co


INTRODUCCION


Nuestro proyecto esta basado en la aleación de la tumbaga, ya que dicha aleación la trabajaban los indígenas de nuestro país, pretendemos como empresa rescatar nuestras raíces a través de nuestras culturas indígenas ya que son reconocidas en el exterior por su gran riqueza.
El uso y conocimiento de las propiedades de los metales se inicia durante el Periodo Formativo (1200 a.C.) con la fabricación de artefactos de oro. Se usó la técnica del martillado, la más simple en el repertorio de las tecnologías metalúrgicas que permite trabajar oro, un metal altamente maleable. Con esta técnica se inicia un rápido desarrollo de la tecnología metalúrgica.Basados en el proceso de la fundición de la cera perdida utilizados por nuestro indígenas, haremos replicas, suoveniers y piezas contemporáneas, que nos recuerden la historia de nuestros ancestros, encontraremos una breve reseña de las culturas precolombinas, historia de la fundición, microfundición, joyería y definición de tumbaga y su aleación.