1 de diciembre de 2007

TAIRONA

TAIRONA

UBICACIÓN GEOGRÁFICA
La población Indígena que habitaba en la Sierra Nevada durante el siglo XVI se acogió, desde muchos años atrás, tanto a las bondades que le brindaban la Sierra como a las restricciones que esta les imponía, y poco a poco lograron combinar esas bondades y esas restricciones del medio para afianzar y garantizar su permanencia y reproducción biológica en esta región, como lo señalan hoy día las ruinas de numerosos poblados con infraestructura de piedra, caminos terrazas de cultivos, canales y puentes.
Los Taironas habitaron la Sierra Nevada de Santa Marta, un accidente geográfico independiente de la cordillera de los Andes, durante los siglos XI y XII d. de C. Se situaron entre el nivel del mar y una altura aproximada de 2.000 metros, principalmente en la zona de Santa Marta, cerca del río Bonda y a lo largo de los ríos Ariguaní, Cesar y Ranchería, también en los valles de los ríos Palomino y Buritaca.
Se caracterizó el territorio Tayrona por sus hoyas quebradas y faldas montañosas bastante abruptas y en muchos casos encajonado. Esto los llevó a desarrollar una agricultura de terrazas y una urbanización escalonada en las ciudades. Conocieron el calor del trópico por su cercanía al mar Caribe y las zonas templadas y frías de la Sierra Nevada.
ECONOMÍA
La economía de las comunidades del área de la cultura Tairona se basa principalmente en la agricultura. Cultivaron el maíz, la batata, la yuca, el algodón, los frutos, etc. Practicaron algunos sistemas para sus cultivos como el de la roza, siembra en terrazas y canales de irrigación. El pescado era, en general, un producto apetecido y uno de los elementos básicos de intercambio.
Realizaban transacciones, los artículos mas apreciados eran las esmeraldas, los objetos de oro, los collares de cuentas de concha o de piedra y los caracoles marinos.
Se han localizado grandes terrazas; Estas construcciones están sostenidas por largos muros de piedra, que cubren las faldas de la cordillera a lo largo de muchos kilómetros. En las terrazas colocaron capas de tierra fértil y construyeron un sistema de irrigación por medio de canales y zanjas.
La carne, producto de la caza y de la pesca, complementaba su dieta alimenticia. Gracias a la sal marina, los trabajos orfebres y la industria del algodón, tuvieron un inmenso comercio que efectuaban con pueblos lejanos como los muiscas, con quienes los intercambiaban con maltas y esmeraldas.
ORFEBRERÍA
La orfebrería Tairona se caracteriza por la perfección técnica que lograron al elaborar sus trabajos; emplearon la fundición a la cera perdida complementada con el martillado, el repujado, la soldadura y la fundición en moldes abiertos o cerrados.
Existen figuritas fantásticas que llevan grandes atavíos de plumas y máscaras de felinos; hay aves y reptiles, discos repujados, cascabeles, brazaletes, narigueras y otros objetos, en su mayor parte hechos de cobre dorado o de tumbaga. La alfarería fue otra actividad de tipo artesanal y se expresó en vasijas, jarrones, platos, copas, etc., que muchas veces decoraban con figuras humanas deformes, zoomorfas o geométricas, en diferentes colores, que obtenían de minerales o vegetales.
· TALLADO EN PIEDRA
Los Taironas trabajan admirablemente la piedra, no solo para extraer y labrar grandes bloques destinados a las obras públicas, sino también para confeccionar objetos de culto o de uso común, como bastones ceremoniales, máscaras, hachas rituales o utilitarias, cinceles, piedras y manos de moler, cuentas para collares o para fijar a los vestidos, pendientes y placas colgantes.
Para la elaboración de todos estos objetos emplearon principalmente granito, esquistos, cuarzo, comalina, jadeita y nefrita, entre otras.

Cerámica
Según una clasificación general de la cerámica, se pueden reconocer tres tipos característicos que se distinguen fácilmente por su color negro, rojizo o habano. En cerámica roja aparecen principalmente vasijas culinarias y de almacenamiento más bien toscas, urnas, copas grandes, platos y vasijas en forma de copas para macerar alimentos. Algunos de estos recipientes están decorados con incisiones de puntos, rayas, muescas e impresiones angulares, y otros presentan caras humanas modeladas en la parte superior.
En la negra las formas son muy variadas, y algunas de ellas tuvieron, sin duda, carácter ceremonial. Por lo general, el color de la superficie externa es negro brillante, mientras que el de la pasta es el mismo de la arcilla. Las vasijas más características son las siguientes: copas, base, cuerpo y cuello; vasijas globulares sencillas, con una cabeza o dos cabezas pareadas de animales adosadas al vientre; vasos de cuello alargado, que a veces lleva una efigie antropomorfa, pastillaje e incisión. También aparecen silbatos con representaciones humanas que muestran personajes ricamente ataviados, los cuales llevan mascaras, coronas e insignias de mando. La decoración adicional consiste en incisiones poco profundas.
Se han hallado urnas, sillares ofrendatorios de más de un metro de altura en forma cilíndrica y esférica decorados con figuras zoomorfas o antropomorfas; cantidad de pitos, vasos, ocarinas, platos, jarras, alcarrazas, etc.; en las cuales se puede observar un gran dominio de técnicas como la firmeza de su pasta, la perfección de su acabado y la variedad de estilos.
RELIGIÓN Y COSTUMBRES FUNERARIAS
Entre las diosas de los Taioronas figuran: Gauteovan, madre de todas las cosas, creadora del sol y de los espíritus causantes de todas las enfermedades; Peico, quien llegó del mar y les enseño a trabajar el oro y la tierra a tejer mantas y chinchorros. Creían en el más allá y se comunicaban con el naoma o sacerdote. Tenían centros ceremoniales en los cuales daban mucha importancia a las figuras fálicas, al jaguar y a la serpiente. Practicaban la homosexualidad como ritual y realizaban representaciones fálicas.
Los indios hacían fiesta en días señalados para celebrar algún acontecimiento, como la cosecha del maíz, y en ellos, se efectuaban ceremonias religiosas y mágicas. Con ocasión de ciertas ceremonias observaban ayuno que también cumplían durante la primera menstruación y durante el periodo de aprendizaje para llegar a ser sacerdote. El centro de la vida social, política y religiosa era la plaza de la población; allí se realizaban los actos religiosos en honor al sol, los juegos y las danzas rituales.
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA
Durante el siglo XVI, la población indígena de cultura Tairona tenia su asiento principalmente en pueblos nucleados y, al parecer, existía, un particularismo político pronunciado, arraigado en grupos locales cuyas autoridades políticas residían en algún pueblo central donde se encontraba la mayor parte de la población. La estructura política de estos grupos locales indica que todos los pueblos tenían un cacique, los cuales dependían a su vez, de otros caciques principales. Cada barrio tenía su propio cacique, y el conjunto de varios barrios tenia un cacique principal.
En la cúspide de la pirámide social estarían los caciques, de quienes descansa la responsabilidad política y religiosa. Entre el pueblo común, en la base de la estructura social, se encuentran los especialistas de oficio, tales como agricultores, artesanos y mercaderes.
La comunidad mantenía a los ancianos y huérfanos. Existía poligamia. Para contraer matrimonio, el hombre debía pagar a la familia de la novia un precio en bienes como plumas, algodón, oro. En general se preocupaban por adornar su cuerpo y de ahí la abundancia de collares de piedra semipreciosas y otros adornos de oro y pluma. Según parece, enterraban los muertos en urnas sin tapa después de quemarlos y comer su grasa, para asimilar las cualidades del difunto. Practicaban deportes como el levantamiento de pesadas piedras. Solían tomar chica y mascar coca. El medio geográfico contribuyó a dispersar la población. Esta se concentro en pequeños poblados formando señoríos de carácter bélico, los cuales dependían de jefes que guerreaban para defender sus territorios y anexar otros.

ARQUITECTURA Y VIVIENDA.
Las viviendas Taironas se construyeron sobre terrazas artificiales a las que se llegaba por caminos o escaleras de piedra. Las viviendas eran hechas de madera o bahareque con techos de paja y de palma, por lo general, de forma cónica.
Hay tres tipos de construcción: 1) constituido por un anillo sencillo de piedra casi redonda y sin talla alguna, no bien unidas entre si y que forman una superficie discontinua. Se encuentran en lugares algo alejados del centro y relativamente poco favorables para construir. 2). conformado por dos anillos. El primero, exterior, de lajas delgadas, regularmente talladas, enterradas verticalmente, el extremo enterrado es recto, el saliente redondeado y generalmente están bien unidas entre si. El segundo anillo, en el interior del primero, es de lajas colocadas horizontalmente al nivel del piso de la habitación. De esta manera se forma una construcción a modo de pirámide circular escalonada, que sirve de base a la vivienda, a la cual ser accede, frente a cada una de las dos puertas opuesta, por medio de escalones de lajas muy bien talladas. 3) solo en los núcleos mas densamente habitados tiene las mismas características estructurales el segundo, pero se diferencia de él por la perfección de trabajo decantaría. Las lajas horizontales de los anillos interiores tiene en planta, cada una la forma de un sector de circulo perfecto parta encajar completamente con las otras y las verticales de los anillos exteriores están talladas por todas sus seis caras. También las lajas grandes que forman el piso de las puertas tiene la forma del sector de círculo para adaptarse a la configuración de la circunferencia.
En todos los pueblos Taironas se han encontrado numerosas obras de "ingeniería" como puentes, canales, alcantarillados, patios ceremoniales, albercas, aljibes, etc.
En 1976 fue descubierto el complejo arquitectónico más grande de la zona, a 1300 metros sobre el nivel del mar. Denominado ciudad perdida o buritaca 200, se compone de 26 terrazas, la más grande de las cuales tienen 900 metros cuadrados. La ciudad fue construida alrededor del año 1300 a. de J.C.
INGENIERÍA
Los Taironas sobresalieron por su destreza urbanística en ingeniería, lo que en cierta forma los situó a la altura del resto de culturas precolombinas más adelantadas en América.En lo urbanístico se destacaron por la construcción de poblados o ciudades en forma circular en las zonas planas de las estribaciones de la Sierra Nevada, a las cuales se llegaba por medio de caminos empedrados y/o puentes colgantes. Dichos poblados contaron con canales de desagüe, zonas públicas y residenciales con casas de ricos y pobres, que se diferenciaron por el tipo de base sobre la cual se construyeron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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